Este fenómeno se le conoce como “corriente de viento solar de alta velocidad”, que actualmente se aproxima a nuestro planeta a una velocidad de 1.6 millones de kilómetros (994,193.9 millas) por hora, y ese número podría aumentar aún más.
Según los datos del Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de Estados Unidos este impacto podría causar “un apagón de área amplia de la comunicación por radio HF (alta frecuencia)” durante aproximadamente una hora. Por lo que estos efectos serían palpables en nuestra sociedad hiperconectada.
Esta es una de las erupciones solares más intensas, descubiertas por el servicio del National Oceanic and Atmosferic Administration (NOAA) y divulgadas oficialmente por su web del clima espacial.
Este fenómeno supondría que los satélites en la atmósfera superior de la Tierra experimentarán perturbaciones por las llamaradas solares. Estas liberaciones energéticas provienen de las manchas solares.
Esto tendría efecto directo en sistemas GPS, en la señal de telefonía móvil, la televisión por satélite y potencialmente también en las redes eléctricas, según la NASA.
Aunque no todo es negativo, el lado positivo de este fenómeno es que el desequilibrio geomagnético resultante aumentará la vista de las luces de las auroras boreales y australes.
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