Además, del robo de auto partes de vehículos, riñas y que los asistentes a estas tardeadas hagan sus necesidades fisiológicas en la vía pública.
El pasado sábado 24 de julio sin ninguna medida sanitaria, hubo una tardeada con venta de bebidas alcohólicas, en la privada que se ubica en calle Lluvia mz XVII lt 28, denominado Volcán Atitlan, entre las calle de Lago Texcoco y avenida Primavera, del fraccionamiento Real del Valle.
Los vecinos nunca aprobaron ese evento, pero la policía de Acolman y los funcionarios municipales se hacen de «la vista gorda», para no suspender las tardeadas.
Esto ocurre en plena pandemia, en semáforo amarillo y sin ninguna medida sanitaria como el uso correcto del cubre bocas, y el gel antibacterial, los asistentes comenzaron a llegar alrededor de las 9:15 de la noche reuniendose aproximadamente 100 personas.
Los vecinos que ya fueron víctimas de otro evento similar en el mismo lugar el pasado día 13 de marzo de este año, pidieron el auxilio de seguridad ciudadana municipal al teléfono 558537-1327 en donde recibió la solicitud de apoyo el oficial Martínez del primer turno y la explicación que dio fue que estaba en pleno cambio de turno y que no podía hacer nada pero que notificaría del reporte al turno siguiente.
Nuevamente los vecinos llamaron al mismo número telefónico de auxilio fue la oficial Romo del segundo turno quien tomó nota del reporte y argumentó que en la primera oportunidad mandaría una unidad al lugar del baile, porque como hubo lluvia las unidades se encontraban auxiliando automovilistas varados en vialidades de Real del Valle.
Fue hasta las 10:27 de la noche cuando la misma oficial Romo a bordo de la patrulla 2086 acudió a la privada a brindar el apoyo y solo se concretó a sugerir que se bajara el volumen de la música ya que se percibía el baile a 3 calles a la redonda, que siguieran las medidas sanitarias y no expendieran bebidas embriagantes.
Al ver que los parroquianos eran ‘gente de rompe y rasga’, y los superaban en número, la oficial y su acompañante se retiraron.
Los vecinos al ver que el evento no fue suspendido, como lo viene realizando el vecino municipio de Ecatepec, volvieron a pedir el auxilio a la oficial Romo y solo se concretó a decir que ella cumplió pero que no podía cancelar el evento porque el responsable de reglamentos y vía pública, no fue localizado, ya que él y su personal acompañados de elementos de seguridad pública podrían cancelar el evento y dejar la multa correspondiente.
Se hicieron tres intentos por localizar al titular responsable de otorgar los permisos para efectuar bailes y fiestas y no pudo contactarse con él la oficial Romo.
A manera de burla, al retirarse los elementos policiacos, los organizadores, bloquearon el acceso a la privada y aumentaron el volumen del sonido y los gritos con palabras altisonantes, amenazas y balazos al aire no se hicieron esperar.
El olor fuerte a estupefacientes, bebidas alcohólicas, groserías y riñas transcurrió la dichosa tardeada hasta las 6:30 de la mañana del domingo 25 de julio.
Los vecinos temen por su seguridad en su persona y sus bienes ya que quienes organizan estos eventos son invasores de los departamentos que habitan y son visitados por gente de mal vivir además de emborracharse los fines de semana en el área de estacionamiento del inmueble de departamentos.
En la tardeada pasada del 13 de marzo, los vecinos se llevaron la sorpresa de que al día siguiente los malandrines habían hecho de las suyas, pues varios vehículos sufrieron daños en la pintura, autopartes y el robo de baterías, además de encontrar desechos fecales, vómito y un olor fuerte a orines. Y la tardeada del fin de semana pasado no fue la excepción.
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