Por muy lamentables que sean, los asesinatos que se han estado cometiendo en Acolman en fechas recientes no pueden considerarse como un síntoma de que la ola de delitos se haya incrementado en el municipio.
Esta ola de delincuencia no es privativa de Acolman, también se padece en Tecámac, Teotihuacán y en Ecatepec, municipios vecinos de Acolman y es parte de la secuela de inseguridad que está sufriendo el país desde hace años y que está siendo combatida decididamente por las nuevas administraciones municipales.
En lo particular la ola de crímenes en Acolman se viene arrastrando desde tiempos de las administraciones priistas que poco o nada hicieron para combatir la delincuencia, que muy probablemente estuvo propiciada por los encargados de la Seguridad Pública que fueron designados por ellos.
Es de todos sabido que los Secretarios de Seguridad Pública, posteriormente Comisarios, les cobraban a los elementos policíacos por usar las patrullas y les cobraban a los policías cuotas por todo.
Cabe especular que estos policías esquilmados por sus mandos y que además tenían que comprar de sus bolsillos los uniformes y sus botas, entre otros implementos, no podían sufragar con sus raquíticos sueldos, las cuotas que les imponían sus jefes por lo que muchos de ellos renunciaron y los que no, se dedicaban a atracar a la ciudadanía para compensar de esa manera sus ingresos.
Incluso se llegó a rumorar de manera abierta que muchos de los delitos eran cometidos por un grupo de policías protegidos por sus mandos.
Los presidentes municipales priistas se hicieron de la vista gorda ante estas situaciones y jamás reconvinieron a los encargados de la Seguridad Pública Municipal por los robos y asesinatos que se cometían en el territorio municipal.
Muchos de los policías de esos tiempos le fueron heredados por la administración priista de Misael Carreño a la administración morenista encabezada por Rigoberto Cortés que con los pocos recursos materiales, económicos y los elementos policíacos que le dejaron, está combatiendo la inseguridad que se arrastra desde la administración priista.
El asesinato de tres integrantes de una familia la madrugada de este viernes en su domicilio en la cabecera municipal, por muy lamentable que sea puede considerarse parte de esta secuela.
Las investigaciones de la Fiscalía deberán determinar las causas y responsables del asesinato, si no es que como siempre sucede, nunca se encuentra a los responsables. La impunidad en el ejercicio de la justicia dicen los expertos, también es causa de los altos niveles de criminalidad.
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